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El Gran Río de Rafina
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es un río (torrente de flujo constante) de 25 km de largo aproximadamente, que posee un lecho natural en la mayor parte de su recorrido, es uno de los poquísimos arroyos naturales que quedan en el Ática, tan herida por los múltiples incendios ocurridos.
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constituye un importante ecosistema con humedales y zonas inundables, con una rica biodiversidad, que incluye a más de 150 especies de aves, 23 de las cuales bajo protección, y algunas de estas amenazadas según la Directiva de la UE 2009/147; peces, algunos de los cuales en vías de extinción, como el Pelasgus Marathonicus; reptiles, anfibios, etc., así como más de 2.000 árboles ribereños.
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ha evitado inundaciones catastróficas en Rafina gracias a que su lecho se ha conservado natural casi en su totalidad y las franjas de seguridad en la llanura de los municipios del Ática, llamados Mediterráneos, permanecen sin construir.
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aporta importantes beneficios medioambientales al mejorar el microclima, al reducir la contaminación atmosférica y marina, al proteger las aguas subterráneas y superficiales, en un área que ha padecido grandes incendios en toda su zona montañosa.
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constituye un escudo de protección contra los efectos del cambio climático, tales como la canícula, la desertización, las inundaciones, la erosión del litoral, la salinización de las aguas.
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constituye un paisaje de alto valor estético, a la vez que paisaje considerado patrimonio histórico y cultural con piezas antiguas de todas las épocas en su lecho y en torno a este.
Las obras correspondientes al contrato de obra del lecho del Gran Río de Rafina comenzaron el 24.4.2023 y se interrumpieron temporalmente gracias a las movilizaciones y a las acciones legales realizadas por los habitantes. De llevarse a cabo las obras:
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el lecho natural y las riberas del río se verán segadas en su totalidad a lo largo de 17 km aproximadamente, serán revestidos con cemento y gaviones cubiertos con piedras (infraestructuras “grises”), interrumpiendo su conexión con las zonas inundables naturales y los humedales adyacentes, convirtiendo así el Gran Torrente en el “Kifisós” del Ática Oriental, un desagüe artificial de aguas pluviales.
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el ecosistema será destruido total e irreparablemente, con consecuencias que atraerán el interés internacional, toda vez que el Gran Torrente de Rafina constituye uno de los puntos más importantes de la red de humedales del Ática Oriental para las aves migratorias.
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aumentará el peligro de una inundación catastrófica, pese al blindaje ante las inundaciones que el Estado griego promete que habrá con los obsoletos métodos que fueron elegidos, en lugar de aplicar Soluciones basadas en la Naturaleza (Nature based Solutions – NbS).
En realidad, se trata de una obra de infraestructuras y no de una obra medioambiental a fin de afrontar los efectos del cambio climático, tal como finge ser. Está al servicio de las grandes obras programadas para el Ática Oriental (la ampliación del puerto de Rafina, la autopista Attikí, el tren Cercanías, etc.), pero fue caracterizado como obra de protección contra inundaciones, con miras a ser financiada por recursos europeos y de la Unión Europea.
También vale la pena señalar que se está planificando la destrucción del Gran Río, mientras que hoy en Europa se gastan millones de euros en devolver los ríos a su curso natural (iluminación natural y renaturalización). Incluso se ha fijado como objetivo en la Estrategia de Biodiversidad de la UE para 2030 restaurar el flujo natural de 25.000 kilómetros de ríos de Europa.
En la obra hermana, la del Torrente Erasinos-Vravronas del Ática [1], el Mecanismo de Reclamaciones del Banco Europeo de Inversiones (MR-BEI) constató su clara oposición al derecho medioambiental de la Unión Europea y solicitó que no se le faciliten fondos del MR-BEI hasta que la obra no sea replanificada de plena conformidad con el Derecho medioambiental de la Unión Europea.
La cancelación y la replanificación de la obra con Soluciones Basadas en la Naturaleza (NbS) es una necesidad urgente con el fin de salvar el Gran Torrente de Rafina y de que la obra acate los convenios internacionales, la legislación nacional y de la Unión Europea relativa a la biodiversidad, las aguas y las inundaciones [2], así como las estrategias de la U.E. sobre la biodiversidad con miras al 2030 y la adaptación al cambio climático.
REIVINDICAMOS EL DERECHO HUMANO FUNDAMENTAL A UN MEDIOAMBIENTE SALUDABLE Y PROTEGIDO [3]
