En el verano de 2022, el río Oder sufrió un desastre ecológico a su paso por Polonia. La comunidad científica estima que murieron millones de peces, aproximadamente la mitad de su población, con un peso aproximado de 1000 toneladas. También murieron más del 90 % de los mejillones y crustáceos [1] y todo el ecosistema fluvial quedó destruido o alterado.
Según numerosos estudios [2], la causa del envenenamiento del río es una toxina producida por un alga cuya presencia no se había registrado nunca en los ríos polacos. El año pasado se dieron las condiciones ideales para su crecimiento.
El Gobierno polaco no ha tomado aún ninguna medida significativa para minimizar los daños o prevenir futuros desastres. En la primavera de 2023, volvieron a aparecer muchos peces muertos en embalses cercanos al Oder [3] y, si no empezamos a cuidarlo, es probable que se vuelva a repetir el desastre ecológico de 2022.
Es necesario dejar de alterar su curso, reducir la cantidad de vertidos contaminantes (especialmente las salmueras de las minas) y poner en marcha de inmediato programas de renaturalización para recuperar en lo posible su estado natural.
El activismo local ha hecho todo lo posible para obligar a tomar medidas al Gobierno polaco[4]. Pero este ni siquiera acata las sentencias de los tribunales nacionales, [5] así que es hora de que intervenga la UE.
El Gobierno polaco ha violado la legislación europea, incluidas la Directiva Marco del Agua y la Directiva de Hábitats[6], ante el silencio cómplice de la UE. Los grupos activistas que impulsaron esta petición se han reunido con la Comisión Europea y han presentado una queja formal. Ahora, necesitamos que los Gobiernos de la UE nos escuchen.
Para que la UE actúe de inmediato, debemos demostrar que la ciudadanía europea se preocupa por el Oder. ¿Te unes al movimiento internacional para salvar el río Oder?